3 modos de cambiar la visión de un mal año
Mucha gente, cada fin de año se prepara una lista de propósitos de año nuevo.
Otros tantos se limitan a pedir 12 deseos, uno por cada uva, justo en las campanadas.
Este año os propongo otra tradición.
Ha sido un año complicado, para unos mucho más que para otros, pero todos hemos estado afectados por la pandemia de un modo u otro.
El mundo, tal y como lo conocemos, no es más que el recuerdo de la interpretación que nuestra mente nos ha dado de lo que vemos, oímos, olemos, percibimos, analizamos, justificamos, entendemos… Por eso las personas poseemos distintas perspectivas de los mismos hechos, porque nuestras mentes actúan de filtro y lo que aceptamos como “el mundo” ”la realidad”, no es más que el resultado de la interacción de nuestros recuerdos, creencias y sensaciones, con los elementos del exterior.
PROPONGO MEJORAR EL AÑO QUE ACABA
Propongo no almacenarlo en nuestro recuerdo como un año basura, una calamidad o un año desperdiciado. No dejemos que la parte mala de la balanza nos haga ignorar el montoncito de las cosas buenas.
Si volvemos la vista a tras (con todo el respeto a lo malo que nos haya ocurrido), seguro que encontramos algo positivo. Por pequeño que sea, os propongo meditar y buscar el porqué este año ha merecido la pena con estos tres ejercicios.
Tres actividades para cambiar la visión del año que termina, ¡escoge el que más te guste!
Própositos y Medallas
Juntemos a la lista de los propósitos de año nuevo, las autosuperaciones conseguidas en el año que acaba.
Puede que no fueran los propósitos que nos habíamos marcado la última nochevieja, pero sin duda han sido avances y lecciones, aunque algunas sean más grandes que otras.
Ejemplos de viejos propósitos comparados con lo que has conseguido:
Encontrar pareja vs He aprendido a disfrutar de mí misma y mi soltería
Encontrar trabajo vs No me he rendido, me he hecho más perseverante y creo en mí.
Adelgazar vs He aprendido a tener una relación más sana con la comida, , aunque no esté bajando de peso.
Ascenso laboral vs He aprendido a decir NO y delegar, para conciliar mi vida . social y laboral.
Podemos usar este precioso mural de abajo, o crear uno parecido, con nuestros logros. Es una buena actividad que también pueden hacer con los más pequeños de la casa.
12 deseos, 12 agradecimientos
Preparemos junto a los deseos de año bueno, una lista de agradecimientos, con doce momentos, hechos o avances del año que acaba.
Puedes agradecer una lección aprendida, un recuerdo bonito, un evento, una habilidad o característica que has desarrollado, un cambio… Piensa ¿qué te ha hecho feliz este año?
Si lo quieres hacer con los pequeñajos de la familia, ¡puedes usar esta plantilla con las 12 uvas!
Querido pasado:
Si este año ha sido demasiado duro, has tenido pérdidas importantes, si crees que no hay nada bueno que añadir a ese filtro positivo, este ejercicio es para ti. El rencor y el dolor, son emociones que pesan demasiado para llevarlas a las espaldas. Prueba a escribir una carta. Sigue estos pasos:
Puedes dirigirla a quien quieras, Querido: año 2020, pasado, yo de marzo…
Nunca va a ser enviada, así que escribe lo que te salga y en las palabras que desees, desahógate, libera tus emociones.
Habla sobre lo malo que has vivido, expresa tus emociones, libérate de aquello negativo que no has podido soltar.
Después trata de hacer las paces con esos sentimientos o sucesos.
Busca algo que hayas aprendido de la situación, o algo positivo que ha resultado de ello, por pequeño que sea.
Lamenta haber vivido esa situación, pero agradece el poder aprender de esa mala experiencia. Verbaliza lo aprendido y agradecelo.
Puedes plantear al final, metas positivas que realizar para superar, restaurar o evitar esa situación en el futuro.
Quema esa carta en fin de año, para hacer las paces con el año que acaba.
Un par de ejemplos:
Creía que lo había perdido todo este año, eso me hizo sentir…..aún hoy día me siento…cuando encima sucedió XXXX yo solo podía… Aun así sé que hice todo lo que pude por evitarlo y no todo está bajo mi control. Me perdono por no haber hecho más, porque sé que hice lo que pude. He aprendido que el dinero te puede amargar la vida, pero que si tienes personas que te apoyan, el dolor y la pena se lleva mejor. Me ha permitido darme cuenta de ……y a pesar que me hubiera gustado no pasar por ello, le agradezco haber aprendido que …
Me han roto el corazón y creí que mi vida como la conocía había acabado, pero gracias a eso sé que soy más fuerte de lo que creí, que aunque es lento estoy aprendiendo a salir adelante. Soy más fuerte de lo que creí ser, aunque aún estoy mal, te perdono por todo ese dolor y agradezco el saber, que puedo ir superando esta situación tan dura. Me propongo aprender a quererme más, a decir no, ha no depender emocionalmente tanto de mi próxima pareja, buscar relaciones más sanas…
Pues lo voy a intentar. Porq menudo año! T T
Lo de las uvas es lo que más me gusta, a ver si lo hago con mis sobrinos.